lunes, 28 de enero de 2013

¿Te decepcioné o te dejé derrumbar? ¿Debo sentirme culpable o dejarme juzgar? Porque vi el final antes de empezar. Sí, te vi cegada y supe que iba a ganar. Así que tomé lo que es mío por derecho eterno, tomé tu alma al anochecer y tal vez haya acabado pero no quiero que termine aquí, estaré aquí para ti si no te importa. Tocaste mi alma y mi corazón, cambiaste mi vida y todas mis metas. El amor es ciego y eso lo supe cuando mi corazón se encegó por ti, besé tus labios y te arropé, compartí tus sueños y tu cama también, reconozco tu aroma, te conozco bien, me había vuelto adicta a ti. Adiós mi amado, adiós mi amigo, has sido el único, has sido el único para mí. Adiós mi amado, adiós mi amigo, has sido el único, has sido el único para mí. Soy una soñadora pero al despertar no puedes quebrar mi espíritu, son mis sueños los que te llevas y mientras avances recuerdame. Recuerdanos y todo lo que solíamos ser. Te vi llorar y sonreír por largos ratos, te veía dormir. Quería ser la madre de tus hijos, esperaba pasar mi vida contigo. Conozco tus miedos y tú los míos también, tuvimos nuestras dudas pero ahora estamos bien y te amo, juro que es verdad, no puedo vivir si tú no estás. Adiós mi amado, adiós mi amigo, has sido el único, has sido el único para mí. Y aún sostengo tu mano con la mía al dormir y soportaré mi alma en el momento en que me arrodille ante ti. Adiós mi amado, adiós mi amigo, has sido el único, has sido el único para mí. Adiós mi amado, adiós mi amigo, has sido el único, has sido el único para mí. Estoy tan vacía bebé, estoy tan vacía, estoy estoy estoy tan vacía, estoy tan vacía bebé.
A veces sueñas demasiado, tanto que lo real no importa, sientes que los días te transportan, y te sientes sola, apagada como esta ciudad maldita, que te incita a suplicarles a quienes más te quitan. Mis lágrimas se han secado, pagué por mis pecados herrados en el pasado pero mírame, aquí sentada tan endeble y vulnerable, callada mientras dejo que el diablo me hable. Me confunde, su voz me aturde y me abandonó, solo si cierro mis ojos veo este trono que merezco pero no lo tengo. Jamás pondré mi alma en venta, prefiero ser feliz don nadie a ser leyenda muerta. Camino lento, y no tan atenta aunque lo intento, no me mata el odio ni el lamento solo el tiempo que me arruga, como a un papel inservible, en mares, de irreversibles mares nado yo el impasible. Niña sensible, la chica traviesa y mala, frágil carne y hueso moldeada al palo, pero vivo para contarlo y relatarlo, y sé que es tan fácil morir que tiemblo solo de pensarlo. Pero que más da, mejor nada que esta odisea, y si existe un mas allá pues bienvenido sea, hoy estoy borrosa y el cristal no está empañado, y es porque alguien se ha olvidado de la princesa destronada, que usa a muñecos rotos y pinta sus sueños rotos en un mundo roto, quebrado por la angustia de otros. Es la historia silenciosa que a gritos fue castigada, hoy miro entre mis manos y ¿qué encuentro? Nada. Todos tenemos una historia que debe ser contada y guardamos un secreto del que nadie sabe nada, hablamos con la almohada pero no responde, la verdad está ahí fuera, pero se esconde.