martes, 12 de junio de 2012


Yo no debí quererte como te quiero y la culpable he sido yo, cautiva de tu cuerpo, de tus ojos, de tus labios y de tu voz. Yo no debí buscarte como lo he hecho ni rogarte por amor, tampoco enamorarme cuando el viento no soplaba a mi favor. De que vale quererte como te quiero y la culpable he sido yo, cautiva de tu cuerpo, de tus ojos, de tus labios y de tu voz. Yo no debí buscarte como lo he hecho ni rogarte por amor, tampoco enamorarme cuando el viento no soplaba a mi favor. Aquí me tienes si te digo que yo puedo estar sin ti, y quisiera sentir tu cuerpo cerquita de mí. Ven y ponte en mi lugar y dime que todo te da igual, ¿cómo hago? pongo de mi parte, ¿cómo me acerto a ti o como olvidarte?. Ponte en mi lugar y dime como ha de terminar si es que acaso ahora tengo que rogarte para que seas mío, para adorarte, para regarte el cielo. Mi corazón fallece a pensar que no te merece, verte a veces o cuando a ti te parece, yo te pertenezco y a tú a él le perteneces. Pasas la página y yo me hundo en lágrimas, tú te fortaleces, yo pierdo estabilidad, en pesadilla se convierte el sueño. Si supieras como te extrañado cuando cae la noche, si supieras como mi cama reclama tu voz. Culpable fuí yo por envolverme, ahora sufro mi condena. Extraño tu boca, extraño tu pelo, extraño tu cuerpo que me tiene envuelta.

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